Guía para reformar un piso antiguo manteniendo su esencia

El gran desafío a la hora de reformar un piso antiguo manteniendo su esencia es saber equilibrar lo nuevo y lo antiguo, y es dónde muchos se pierden, en cómo traerse esas joyas al siglo XXI.
¿Cómo conseguir el confort, la luz y la funcionalidad que necesitamos hoy sin caer en el terrible error de pasarle una lija a la historia y dejarlo todo plano, aburrido e impersonal?
Quien ha vivido o soñado con tener un piso en los barrios castizos de Madrid sabe que no son solo cuatro paredes. Son techos altísimos que te obligan a mirar hacia arriba, suelos hidráulicos que son casi tapices de cerámica y puertas de madera maciza que cierran con un peso y un sonido que ya no se fabrican. Son espacios con memoria.
Porque una reforma no debería ser un borrado, sino una conversación.
En esas situaciones, esa conversación es nuestra especialidad. Nos obsesiona encontrar el punto exacto de equilibrio entre la pieza de anticuario y el diseño más limpio.
Por eso, hemos querido compartir nuestra filosofía, nuestra forma de mirar estos proyectos, para ayudarte a transformar tu casa sin que pierda eso que la hace única.
Primer paso: conviértete en un detective del pasado
Antes siquiera de pensar en tirar un tabique, toca parar y observar. Ponte en el centro del salón y simplemente mira. Escucha lo que la casa te cuenta. Este primer paso es el más importante y es, básicamente, un trabajo de detective. Tienes que elaborar un mapa del tesoro de tu propia casa.
¿Qué buscamos exactamente?
- Las cicatrices que embellecen: Fíjate en esa viga de madera que asoma en el techo, en ese trozo de pared donde el ladrillo original se intuye bajo el gotelé. Eso no son defectos, son medallas, son la prueba de que ese espacio ha vivido.
- La «joyería» de la casa: Las molduras de escayola, los rosetones, los rodapiés altos… Son como las joyas de un traje de gala. A menudo están cubiertos por capas y capas de pintura, pero están ahí, esperando a que les devuelvas su esplendor.
- Lo que pisas: No te fíes nunca de una tarima flotante de los años 90. Levanta una esquina con cuidado. Debajo puede que te espere un parqué de espiga espectacular o un mosaico hidráulico de colores vibrantes. Hemos encontrado auténticas maravillas ocultas de esta forma.
- Las puertas y ventanas: Toca la madera, siente su peso. Fíjate en los herrajes, en las fallebas de latón. Estas piezas tienen una calidad y una personalidad que cualquier carpintería de aluminio moderna envidiaría.
Una vez que tienes claro cuáles son los tesoros de tu casa, el proyecto cambia por completo. Ya no se trata de «qué tiramos«, sino de «cómo hacemos que esto brille todavía más«.
Pared con los ladrillos y las vigas originales de la vivienda.
El lienzo principal: suelos, paredes y techos
Suelos con solera
En algunas reformas en Madrid que hemos realizado nos hemos encontrado con el suelo original de la vivienda al levantar la tarima existente. En esos casos, somos conscientes de que estamos ante una joya.
Restaurarlo es casi una obligación moral. Los suelos hidráulicos, con sus patrones geométricos, se pueden limpiar y pulir hasta que recuperan su esplendor.
La madera noble, como el pino melis, agradece un buen acuchillado y un barniz mate que le da un aspecto renovado pero auténtico, sin esos brillos plásticos de antaño.
Si solo hemos podido salvar una parte, una idea que nos encanta es enmarcarla. Crea una especie de «alfombra» con los hidráulicos en la entrada y únelo con un material neutro como el microcemento. El contraste es brutal.
Techos que respiran
La altura es un lujo. Por favor, huye de los falsos techos que lo aplastan todo. Si necesitas pasar instalaciones, hay mil trucos: una fosa perimetral, una viga hueca decorativa… cualquier cosa antes que bajar el techo 20 centímetros y ahogar el espacio. Dedicar tiempo y presupuesto a que un escayolista te restaure las molduras es una de las mejores inversiones que harás en la reforma.
Paredes que cuentan historias
Una pared de ladrillo visto bien tratada es un imán para las miradas. No hace falta que sea en todo el salón; a veces, con el pilar que separa la cocina del comedor es suficiente para darle al espacio un rollo industrial y cálido a la vez. Es un ejemplo perfecto de cómo reformar un piso antiguo manteniendo su esencia, realzando lo original sin necesidad de transformarlo por completo.
Para el resto, no te compliques. Una buena paleta de blancos rotos o grises muy suaves hará que la luz se multiplique y que la carpintería de madera o los suelos de colores resalten como nunca.
Reto: cocinas y baños modernos en un cuerpo clásico
La cocina, un diálogo de estilos
Como empresa referencia en el sector del interiorismo en Madrid, utilizamos una fórmula que nunca falla: la del contraste controlado. Imagina un mobiliario de cocina de líneas purísimas, sin tiradores, en un blanco o un gris antracita mate. Ahora ponlo sobre ese suelo hidráulico que has recuperado. El resultado es espectacular.
Los electrodomésticos, mejor si están integrados para no generar ruido visual. Y si quieres abrir la cocina al salón, pero te da miedo perder la esencia de la distribución original, los cerramientos de cristal con cuarterones de hierro son tus mejores amigos. Separan sin dividir, dejan pasar la luz y añaden un toque de diseño que funciona de maravilla.
El baño, tu pequeño spa vintage
En el baño puedes permitirte ser un poco más nostálgico. Busca una grifería de líneas clásicas pero con tecnología moderna. Combina un azulejo tipo metro en la pared con un mueble de lavabo que sea una pieza recuperada, como una vieja cómoda.
Es un espacio donde los pequeños detalles, como un espejo con un marco dorado o unos apliques de estilo retro, marcan toda la diferencia.
El toque final: detalles que lo cambian todo
- La carpintería es sagrada: Laca en blanco esas puertas altísimas y verás cómo se transforman. Consérvalas siempre que puedas. Su presencia es imponente. Si tienes que cambiarlas por cuestiones de aislamiento, busca modelos que respeten la estética original, con sus cuarterones y su altura.
- Ilumina con intención: Olvídate de poner cuatro focos empotrados sin más. Una casa así pide a gritos una gran lámpara de suspensión que sea la protagonista del salón. Combínala con luces indirectas, lámparas de pie para crear rincones de lectura y focos que apunten a esa pared de ladrillo que tanto te gusta.
- Amueblar es conversar: No llenes un piso de 1920 con muebles que parecen sacados de una película de época. Tampoco lo conviertas en un catálogo de diseño nórdico. Mezcla. Un buen sofá contemporáneo, cómodo y de líneas sencillas, y a su lado, esa butaca de cuero vintage que encontraste en el Rastro. Esa una combinación ganadora.
Al final, se trata de crear un hogar con alma
Reformar un piso antiguo es mucho más que una obra. Es un acto de respeto por el trabajo de quienes lo construyeron y una oportunidad para crear un espacio que cuente tu propia historia sobre la base de otra anterior.
Se trata de conseguir una casa que no responda a una moda pasajera, sino que tenga un carácter atemporal, que sea tan funcional como emocionante.
Un hogar, al fin y al cabo, que tenga alma.
Si te has sentido identificado y estás pensando en empezar tú mismo tu propio proyecto, nos encantaría leer en los comentarios cómo lo vas a hacer.
¿Buscas una empresa de reformas e interiorismo que se encargue de tu proyecto de principio a fin?
Completa el formulario y concertaremos una cita para conocernos, compartir un café y hablar contigo sobre cómo hacerlo realidad.